domingo, 25 de septiembre de 2011

Dia 6 :: 2da Parte - Cadiz, Cadiz

Dicen que nunca hay que hablar con extraños y mucho menos si los conoces por medio del internet, pero esta vez no seguí el dicho y me deje llevar por mi suerte. Tengo un par de meses hablando con este tío que conocí por el internet y el día de hoy por fin lo conocí en persona. Saben, no es tan mala onda y se ve que es una “buena persona.” Me llevo a conocer Cádiz, Cádiz y me la pase de “puta madre.”

Hoy conocí la ciudad de Cádiz en la región de Cádiz y la verdad es que esta ciudad es espectacular. Para llegar a la isla/ciudad de Cádiz hay que cruzar un puente. La ciudad esta divida en dos partes; el viejo Cádiz y el nuevo Cádiz. Cuando se llega a Cádiz uno entra por el nuevo Cádiz. Este es más moderno y está compuesto de un sinfín de rascacielos. No tome fotos de tal lugar porque no tuve tiempo de caminar por sus calles… ¡Pero sé que voy a regresar muy pronto!

Ahora, el viejo Cádiz es lo que hace que la ciudad/isla sea un lugar espectacular. Para entrar a la ciudad hay que pasar por debajo de una inmensa muralla. Esta muralla se usaba para proteger el puerto de cualquier ataque hacia España. Sus edificios son hermosos; ya saben, con un tema colonial (calles anchas, callejones angostos, balcones, calles empedradas, catedrales etc.) el cual se puede encontrar en muchas partes de España. Hay que tener en cuenta que muchos de estos edificios tienen una pequeña “casita” en el punto más alto de la estructura. Este “casita” servía para que la gente pudiera ver a lo lejos cuando los barcos estaban camino a la ciudad y así prepararse para el comercio. Aquí la gente acostumbra pasar la tarde en la plaza central de la ciudad y tomar un café, una copita de vino tinto, o una cerveza bien fría. A las orillas de la ciudad se aprecio un sinfín de barcos/ cruceros. Aquí la gente que piensa emprender un viaje por el Atlántico aborda su barco; por-supuesto, todo es muy elegante.

No puedo dejar atrás el atardecer. Creo que nunca había visto una puesta de sol tan llena de sentimiento y colores como la que vi en Cádiz. El cielo y el Atlántico se llenaron con un aura de morados, rojos y naranjas. El clima es similar al de San Diego, ni frio ni cálido; perfecto. Me la pase muy bien en la ciudad; y más por que terminamos cenando muy rico. Camino a Bárbate nos detuvimos en San Fernando y cenamos en un restaurante de carnes (se me olvido en nombre). Cene tres platillos diferentes; pan de chapata con jamón serrano y mermelada, pate ibérico con carne de ternero/queso de cabra, y pate ibérico con carne de cerdo/jamón/serrano. ¡Todo estuvo tan delicioso! La tarde en Cádiz, Cádiz fue fantástica; el haber seguido mi suerte fue la mejor idea de la tarde.

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