Día 59 :: que desesperación

Miércoles 16 de Noviembre de 2011

Dos horas, dos horas espere para que José (el maestro con quien voy y vengo de Cádiz a Bárbate) terminara de platicarle a todos los maestros lo que le paso con un estudiante…

De acuerdo a muchos maestros, existe este estudiante de 3ro que es insoportable; le hace la vida imposible a todos. No sé qué paso con exactitud, pero el caso es que hizo enojar a José; tanto que este tío lo tomo del hombre eh intento sacarlo del aula. El estudiante, “encabronado” con lo que paso –acuso a José de haberlo golpeado. ¿Lo pueden creer?

Pobrecito de José, jajaja ¡hasta creen! No siento nada de lastima por este tío. Para ser su segundo ano trabajando con este “tipo” de estudiantes, ya es para que supiera que hacer en estos caso, ¿no? El chiste fue que duro dos horas para intentar encontrarle una solución a su problema… pero no llego a nada. Quien sabe para que les platicaba a todos (una y otra vez) lo que le había pasado; tal vez para sentirse mejor o tal vez para hacerle creer a todos que el tenia la razón… pero fue tan enfadoso escucharlo. Me dolió tanto la cabeza que mejor me fui a comprar una botella de agua y tomar un poco de aire fuera del aula de maestros. Creo que estaba yo más enfadado por su “estupidez” que por tenerlo que haberlo esperado horas para poder regresar a casa (siendo el mi aventón todos los días). Mientras que unos maestros le decían que tenía que darle a otra oportunidad a este estudiante, otros aprovecharon este incidente para sacarle todos los trapitos al sol. Enserio, estos españoles están peor que los mexicanos –cuenta y cuentan lo mismo y no llegan al grano del asunto. –Saben, no me falto mucho para meterme a la conversación y rayársela a todos por ineptos.

En fin, llegue a cada alrededor de las cuatro, cuando debería de haber llegado a las dos de la tarde…. Hoy en día ya no se qué pensar sobre este tipo de maestros. Entiendo que no todos somos perfectos, y que cada quien va a tener un día así; pero no sirve de nada estarle llorando a toda la gente… Cuando trabaje en GOMPERS aprendí tantas cosas, que hoy en día me burlo cuando miro a un niño problema.