lunes, 28 de noviembre de 2011

Día 61 :: Si de cielos azules hablamos...

Viernes 18 de Noviembre de 2011

Me siento súper aflojerado. Como todo jueves –salí por la noche. Lo sé, estoy mal de cabeza, solo a mí se me ocurre salir cada jueves de la semana. En fin, solo se vive una vez –y a mí no se cuanto me queda de vida…

A un día de estar dos meses en La Madre Patria – solo me resta decir que cada día aprendo amar a mi familia más. Es verdad lo que dicen, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Gracias a Dios no eh perdido a mi familia, pero la distancia hace que los extrañe cañón. Nunca había estado tan apegado a mi familia como lo estoy en estos días. Se siente bonito que se preocupen por mí, que me deje mensajes por el facebook pidiéndome que me cuide y platicar con cada uno de ellos por teléfono/móvil/ordenador. Tal vez este viaje era necesario para sentirme parte de mi familia... No sé si sepan esto, pero soy hijo único del matrimonio de mis padres. Así que siempre me ha sido algo complicado sentirme apegado al resto de mis hermanos; es especial por la diferencia de edades. Creo que si no fuera por mis sobrinos… me sentiría completamente como un extraño.

Mi familia no son las únicas personas a las que extraño, también extraño mucho a mis amigos y por supuesto, a tal persona de quien no puedo dejar de pensar… Hoy me levante con ganas de tener alguien a mi lado, alguien a quien abrazar. ¿A Cuántos de ustedes les ha pasado esto alguna vez? –En verdad que es una experiencia rara… No me quedo de otra que acostarme boca abajo y esconder mis brazos bajo mi cuerpo.

Me rio cuando escribo estas cosas… Me rio porque muchos de ustedes deben de estar pensando que vivir en otro país es divertido. ¡Y si que lo es! Pero de vez en cuando hay días en los cuales no todo es “bonito”. Recuerden, no estoy aquí de vacaciones, estoy aquí viviendo una vida como todos los demás; trabajando… siguiendo una rutina. Es verdad, es un viaje… pero no es lo mismo viajar y no tener que trabajar… No es lo mismo viajar y poder andar de arriba para abajo, que llegar cansado a “casa” con ganas de una buena comida y dormir el resto de la tarde. Estoy viviendo una vida de “adulto” estoy siguiendo la misma rutina que muchos de ustedes llevan en casa, excepto que estoy en otro país. No me quejo porque es maravilloso, pero hay días en los cuales todo se sale de proporción. Anda uno tan cansado, tan apendejado que una cosa pequeña te afecta igual o más que un problema mayor. Cuando me pasa esto voy a mi closet tomo el paquete que me mando mi madre y saco de ahí un dulce mexicano. Es mi forma de deshacerme de mi estrés y sentirme en “casa”…. De vez en cuando todos ocupamos algo que nos haga sentirnos mejor y nos ayude a seguir adelante, incluso en las aventuras más maravillosas de la vida. Todo lo que parece tener un “azul cielo” por debajo lleva una combinación de colores primarios… de los cuales surge de vez en cuando la desesperación, el estrés, o el cansancio…

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