Día 88 :: De Marcha en Barbate

Sábado 17 de Diciembre de 2011

Y la noche continuaba. Estaba vez nos pasamos a un café-bar. Ahí disfrute de un par de ginebra con tónica y refresco de limón. Entre copa y copa no la pasamos charlando, conociéndonos mejor y platicando sobre nuestras vidas. Ya saben, las típicas charlas alcoholizadas… De un de repente, entra un grupo de 15 niños a tal lugar – son nuestros estudiantes de 1ro A y 1ro B. ¡Qué oso! No sé cómo le hicieron para entrar, pero sí que nos vieron ya bien “alegres”. Y a mí, que me fascina tomar fotos; no pude dejar la oportunidad atrás y me tome unas cuantas con ellos. Pasaron un par de minutos y el grupo se retiro. De acuerdo a ellos, estaban en la pizzería de un lado celebrando el cumpleaños de Salud, una de las chicas. Al pasar de las horas los “adultos” decidieron irse a casa y nosotros los “jóvenes” decidimos irnos a un bar. Para estas horas, ya no recuerdo mucho de lo que sucedió. ¡Qué pena! Entre mis recuerdos “borrosos” recuerdo que jugué futbolito, bebí más ginebra y tónica y me tome unos “chupitos” –caballitos de tequila con Pablo y Miriam. También recuerdo que estaba bailando con alguien (no sé si fue con Miriam o Lua) y que nos caímos cuando la “coji” – intente levantarla… Andaba mas pasado de copas que “bien” que recuerdo que fui al “servicio” –baño y vomite un poco.
Si no fuera por mi iphone no recordara nada de nada. No sé cuánto tiempo estuvimos ahí… Terminamos la noche en un restaurante de hamburguesas. Recuerdo que devoré mi hamburguesa y que bebí dos botes de coca-cola. Para esto entonces, ya lo que quería era que se me bajara; me sentía mal.
Dijimos todos adiós y yo emprendí camino a Cádiz con José Antonio. El plan era quedarme a dormir en el piso de Pablo, pero como José Antonio se quedo hasta tarde; aproveche para regresarme con él a la ciudad. Camino a su choche pise mierda de perro sin darme cuenta; me subí al coche y creo que le manche la alfombra (Haber que me dice el Lunes)…
En cuanto me subí al coche me quede dormido. Desperté en Cádiz. José me sacudió y me dijo “PEDRO HEMOS LLEGADO”. Cuando abrí los ojos estábamos en la parada de siempre, donde me deja y me levanta a diario. Pobre, el chavo condujo 45 minutos sin platicar con nadie. Llegue a casa a las 3 de la mañana….
No sé qué pensar sobre todo lo que paso. No sé que van a decir el Lunes. Según yo no quería hacer el oso, pero no lo pude evitar. Con el ambiente que estábamos viviendo, era difícil decirle no al sin fin de copas que me estaban regalando. Una parte de mi me dice que estuvo mal, que no debí de haber bebido tanto frente a mis compañeros de trabajo, pero la otra me dice que no me preocupe. Ellos también bebieron más de la cuenta eh hicieron un par de estupideces jejeje. Además, la gente aquí en España son muy abiertos y no les importa el que dirán. En fin, lo que paso, pasó. Mañana será otro día; hoy solo me queda seguir viendo las fotos en mi iphone y curármela de tal noche.
Punto final.