martes, 22 de mayo de 2012

Día 227 :: VERANO; bueno, casi...

Miércoles 09 de Mayo de 2012 86 grados Fahrenheit marca la temperatura en la bella ciudad de Cádiz. Por fin, por fin se ha ido el frío y en su lugar ah llegado el verano. ¡ESTO SIGNIFICA PLAYA! Llegue de trabajar a las 2pm me puse mi bañador y me fui a tirar a la playa. La arena; Dios, nunca se había sentido tan bien -suave, cálida y abrazadora a la vez. Extendí mi toalla, me acosté eh intente coger un poco de color. Estuve así unos 40 minutos -relajado, escuchando mi música y una que otra vez viendo a la gente que pasaba a mí alrededor. Mi piel no cogió nada de color -más bien cogió calor. Vi que un par de chavos se daban un baño en el mar y pensé; ¿Por qué no? Deje mis cosas sobre la arena y prendí camino al agua. ¡Qué rica, que rica se sintió el agua sobre mis pies! La sensación de lo fresquito que estaba el agua me recordó mi primer día en Bárbate; cuando me fui a conocer el Atlántico y metí los pies el agua. Lo pensé una, dos y tres veces -no me animaba a darme un chapuzón. Fue entonces cuando me dije "Pedro, estas en Cadiz -Vive". Di un par de pasos hasta que el agua llego a mis rodillas -fue cuando dije "ahora o nunca". Espere a que llegara una ola y.... AL AGUA PATO. Sumergí mi cuerpo bajo el agua y me deje llevar por la fuerza de la ola. ¡Estoy Vivo! Esto fue lo que pensé al salir a la superficie. Un sin fin de emociones estallaron dentro de mi ser; despertando cada partícula de mi cuerpo. El frío no me molesto -más bien se convirtió en el calor que mi cuerpo ocupaba para darse cuenta lo afortunado que soy. Grite una y otra vez como si estuviera loco. Grite de coraje; grite por lo difícil que fue dejar todo atrás, grite de felicidad; grite por todas las cosas maravillosas que eh experimentado, Grite de tristeza; grite por que muy pronto voy a dejar esto atrás. Jugué un padre minutos con el agua; sumergiendo mi cuerpo bajo cada ola que pasaba. Nunca me había sentido así -libre. Regrese a la arena, me volví a tirar sobre la toalla y cerré los ojos una hora y pico. Deje que el calor del sol secara cada uno de mis poros; simple y sencillamente me deje llevar por la tranquilidad del momento. Regrese a mi piso, me di un baño, comí y me fui a dar mis clases particulares.... Lo mejor de mi día fue haber podido entrar al mar después de 6 meses de espera. Era tan desesperante ver las olas del mar por mi ventana y no poder jugar con ellas por lo heladas que estaban. Ahora que empieza el calor voy a intentar pasar todo el tiempo que pueda en la playa -disfrutando de cada segundo que me queda con este piso, con esta ciudad, con esta oportunidad, con esta vida....

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