Martes 27 de Diciembre del 2011
Solo me resta decir que hoy me la pase muy bien. Mi día empezó con mi viaje a Versalles; donde visite el Palacio de Versalles -hogar de Luis 14 y demás. ¡Qué palacio tan más impresionante! Todo una combinación de tapices, mármol, pan de oro, estatuas y arte. Estas personas sí que llevaban una vida de lujo. Me pregunto -¿cómo le harían para recorrer todo el palacio en un día? Si a mí hay días en los cuales no me quiero parar de mi cama para caminar un par de metros a la cocina... Ahora me imagino la pereza que les debió de haber dado ellos jejeje (pero bueno, tenia sirvientes). El lugar es impresionante; me dejo boca abierta. Dentro de sí mismo existe tanta historia; que el solo pensarlo me pone la piel chinita. El simple hecho de saber que las personas de las pinturas vivían aquí - se me hace tan interesante pero raro a la vez. Es como de no creérsela.
El viaje lo hice solo. Mis compañeras de piso tenían sus propios planes. Al principio me dio un poco de coraje; pues habíamos planeados hacer esto juntos... Gracias a Dios, mientras que hacía fila para comprar mi billete de entrada (la cual fue una pérdida de tiempo porque entre gratis) conocí a una pareja del país vasco. Ambos -muy simpáticos. El tío se llamaba Iarto; el nombre de ella no lo recuerdo (TAMBIEN estaba raro). Ambos me cayeron muy bien y creo que yo les caí bien a ellos; pues me dejaron acompañarlos durante todo el recorrido del palacio. Iarto es un experto en la historia de Francia. Cada vez que entrábamos a una de las habitaciones del palacio; él me contaba algo interesante sobre el rey y su familia. Tuve mucha suerte en encontrarme a estas personas; hicieron de mi recorrido algo especial. Al final ellos decidieron ir a tomar un café; yo que nunca había visitado el palacio fui en busca de los famosos jardines reales. -para mi gusto; los jardines sí que son impresionantes; lo malo fue que muchas de las plantas estaban cecas y las fuentes no estaban encendidas por ser invierno. Para agregarle al problema; sobre los jardines había una brisa que no dejaba distinguir a la distancia el resto de estos. A pesar que no se distinguían Los jardines muy bien; me alegro haber podido caminar entre ellos. -La experiencia fue única; la brisa hacia que el lugar se sintiera "mágico". A eso de las 3 de la tarde le dije adiós a la estatua de Napoleón (en la plaza de armas del palacio) y camine a la estación de tren más cercanas. Ahí tome el tren con rumbo a París; donde me encontré con Leah.
Antes de hacer mi viaje al palacio; Leah y yo quedamos de vernos en un "Starbucks" en el barrio Montmartre. Tal barrio es conocido por su calles empedradas; sus iglesias y plazas pintorescas; donde encuentras a un sin fin de pintores. El caso es que quedamos en vernos a las 2pm; lo cual no sucedió. Para eso de la 1 yo apenas y estaba entrando al palacio... Llegue a Montmartre a eso de las 5pm. Cuando llegue Leah no estaba dentro del café... Decidí comprarme un mocha blanco con frambuesas y ver si llegaba. Mientras estaba pagando de la escuche mi nombre; gracia a Dios -era Leah. Me presento a un amigo francés que conoció un par de noches atrás. Bebimos nuestro café y luego recorrimos el barrio. En nuestro recorrido me toco ver donde vivió Picasso, una exposición de Dalí y ver La iglesia del “Sagrado Corazón”. Pasamos el resto de la tarde recorriendo puestos navideños y comprando uno que otro regalo. Para eso de las ocho cogimos el metro a nuestro hotel. Donde disfrutamos de una cena estilo "Frances" . Compramos queso, pan, mermelada y vino -y nos hicimos un par de bocadillos... El queso lo compramos en una tienda de productos orgánicos, el pan en un panadería (¡¡¡donde lo pedí habla do Frances!!!), el vino en una tienda de vinos (donde pedimos que nos abrieran la botella porque no teníamos destapador) y la mermelada en una tienda de la esquina donde el Marroquín ya nos conoce muy bien (pues vamos todos los días).
Mi día estuvo fenomenal; me gusta pasar el día con Leah. Ambos conocemos como pasárnoslo bien sin estresarnos de nada…
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